lunes, 4 de mayo de 2009

...

Si tan sólo pudiera volver a ver tus ojos, rememorar aquellos momentos felices en los que estuvimos juntos, contemplar tu sonrisa una vez más...
Ya es tarde para todo eso, porque te has ido, porque me has dejado solo con el recuerdo, tu recuerdo.
No logro imaginarme sin ti.
Aún vivo pensando e intentando olvidarte, pero es un esfuerzo inútil.
Sé que no lo conseguiré.
Recuerdo el poco tiempo que pudimos disfrutar juntos.
Sé que no fue mucho, pero conocerte fue lo mejor que me ha pasado.
Si hubiera tenido valor suficiente como para confesarte todo este amor que siento, quizás hubiera podido suceder algo, quizás hubiéramos podido estar juntos, haber aprovechado ese escaso momento que estuvimos cerca.
Ahora sin saber nada de ti, me arrepiento.
Pero jamás me atrevería a confesarte lo que siento.
Tengo miedo, miedo a que me rechaces, a que no quieras estar conmigo, aunque ya no serviría de nada.
¿Por qué ocurrió todo de este modo? ¿Por qué no te pudiste quedar más tiempo a mi lado? Te necesitaba.
Te fuiste justo en el momento en el que me había enamorado de ti, sin dar tiempo a nada más.
Tan sólo me dejaste el recuerdo de tu mirada.
Brillaba más que las estrellas en aquella noche que estuvimos solos, una noche inolvidable, en la que me enamoré de ti.
Revivo los momentos que pasamos, tú siempre alegre, con ganas de vivir. Pero eso cambió la última noche.
La recuerdo como si hubiera sido hace un minuto.
La tristeza se apoderó de tus ojos.
No te reconocí tras ese manto de amargura.
No hablabas, no reías.
Sé que tú tampoco querías dejarme, pero no había otra solución, lo sé.
En el momento de la despedida sentí como si el mundo se viniera abajo.
Te perdía sin apenas haber tenido oportunidad de saber si sentías algo por mí.
Te marchabas.
Sabía que jamás te volvería a ver, no volvería a contemplar tu mirada, tu sonrisa.
Entonces sentí que la soledad se apoderó de mí. Aquello no iba a ser lo mismo sin ti.
No paré de llorar. Me sentía solo, triste. Nadie te podrá borrar jamás de mi mente.
Tan sólo ha pasado algo más de unos días desde entonces y siento como si de una eternidad se tratase.
Me resulta tan difícil no pensar en ti cada minuto que pasa...
Sólo espero volver a verte algún día, y que ojalá podamos estar juntos. Hasta ese
momento....



Leonardo.